Patrimonio y Turismo Industrial en Andalucía Oriental

Elementos de minería, industria, ferrocarriles y antiguas azucareras de Almería, Granada y Jaén

PUENTE DEL SALADO (CABRA DE SANTO CRISTO)


El viaducto del Salado, en la línea férrea de Linares a Almería, está situado entre las estaciones de Quesada y Larva, y durante muchas décadas ha sido la obra metálica más importante construida en España. Sus luces de 105 metros fueron las mayores de su época (1899) y la altura de la rasante sobre el fondo del valle (110 metros) supera a la de otros célebres viaductos europeos.

La obra comprende tres tramos continuos de 105 metros de luz cada uno, apoyados sobre dos estribos y dos pilas de fábrica por el intermedio de cajas de rodillos de dilatación con rótulas. La viga tenía, antes de la remodelación, una altura de 10 metros, de celosía ordinaria doble, con montantes en todos los cruzamientos de barras. Para vigilancia y conservación existe una pasarela de un metro de ancho sobre el entramado inferior. En el margen derecho no hay estribo, apoyándose el puente directamente en la roca caliza del cerro de la Cabrita. En el lado izquierdo, el estribo tiene 8 metros de altura. El perfil característico de los pilotes resulta del aligeramiento del peso con la altura. Construidas de mampostería caliza, su forma es piramidal. A causa de su gran altura, la construcción presentó especiales dificultades, prescindiendo de andamiajes y castilletes de madera porque su coste hubiera resultado prohibitivo. Se recurrió a un novedoso sistema, tan sólo empleado antes en el viaducto de Soulevre, consistente en dejar en el centro de la pila un pozo o chimenea de 2 x 1,25 metros, por cuyo interior circulaban jaulas similares a los de las minas para trasladar obreros y materiales. El lanzamiento de la caja metálica sobre los pilotes se demoró más de lo previsto por su complejidad, avanzando unos 30 metros al día a través de palancas, cuñas y gatos hidraúlicos. Como curiosidad, la línea comenzó a operar antes incluso de terminarse el puente, transbordando a los viajeros hasta Quesada para salvar el mismo y que continuaran su viaje. La inauguración fue todo lo solemne que requería la ocasión, pues con ella quedaba oficialmente comunicada por ferrocarril la ciudad de Almería con Linares y, por ende, con el resto de España. En los años 60 se acometió una reforma, reforzando la plataforma para permitir el paso de locomotoras de mayor peso.

Situación


La visita al viaducto del Salado es complicada, puesto que sólo puede accederse al mismo a través de la vía férrea. Además, por el lado de Larva se entra directamente en un túnel. Recordar que está absolutamente prohibido circular por cualquier tramo de vía, pero si nos encontramos en el túnel con un tren estaríamos hablando de una situación de extremado riesgo. Recomendamos contemplar su espectacular figura desde abajo, accediendo al arroyo Salado desde la carretera JV-3211, a unos 4 kilómetros de Larva, tomando un desvío de la misma a la izquierda, buscando la señalización de una cañada real.

Testimonios gráficos



Gracias a Asafal disponemos de dos excelentes fotografías procedentes del Fondo Blas Miñarro, con nuestro Puente del Salado como protagonista.

Un TER saliendo del Puente
Obras de refuerzo del Puente

Visitas de interés


Para los amantes del ferrocarril, existe un recorrido que hará sus delicias, permitiendo tomar bonitas fotografías de trenes, entre la Estación de Larva y la de Huesa. Se trata de una pequeña carretera de servicio asfaltada, denominada Camino Real, que bordea o cruza la vía durante todo ese tramo, en medio de unos bellos parajes de sierra. En especial, resulta interesante la intersección con la denominada “herradura de Larva”, a unos 2,5 kilómetros del pueblo, denominada así por el giro de casi 360º de la vía férrea