Cocherón de locomotoras en Estación del Chorrillo
FERROCARRIL DE SIERRA ALHAMILLA A ALMERÍA (PECHINA)
Con un trazado perfectamente practicable durante gran parte de su recorrido, que en sus primeros tramos atraviesa parajes de gran belleza, este pequeño ferrocarril sería un candidato ideal para su acondicionamiento como vía verde, de uso peatonal o ciclista. El interés se acrecienta por lo curioso de su historia y por la especial vinculación al paisaje urbano de la capital almeriense.
Primer puente de la línea, visto desde Ctra. a los Baños
Historia
José Antonio Gómez Martínez y José Vicente Coves Navarro han reconstruido con todo detalle la historia de este ferrocarril en su magna obra “Trenes, cables y minas de Almería”, en un capítulo que por sí sólo merecería una edición independiente. El coto minero de la vertiente sur de Sierra Alhamilla parecía ofrecer grandes expectativas en la década de los setenta del siglo XIX. En lo que supone un temprano ejemplo de introducción de capital foráneo en una minería hasta entonces netamente local, el empresario neoyorquino William Dexter Marvel compra en 1879 a Felipe Barrón las minas Casualidad y Graciosa, y decide construir un ferrocarril hasta el puerto de Almería para dar salida a sus productos, sin despreciar el tráfico de viajeros en los pueblos del bajo Andarax.
La compañía bilbaína Argentífera de Almagrera S.A. sería una de estas empresas foráneas que intentaron hacerse un hueco en el distrito. El procedimiento habitual era adquirir unas concesiones y arrendar otras a la especuladora y rentista burguesía local. En La Crónica Meridional del 24 de mayo de 1911 se anuncia la reanudación de la actividad en las minas Rescatada y Observación, tras años de paralización, "siendo objeto de beneficio el carbonato de hierro que ha adquirido la Sociedad Argentífera de Almagrera para calcinarlo en sus grandes hornos de Cala de las Conchas, desde donde los aporta con grande aprecio al extranjero". A diferencia de otras compañías que en circunstancias similares construyeron cables aéreos, optó por un pequeño ferrocarril que, partiendo del Jaroso, salvara la divisoria mediante un túnel para, poco después, bajar la falda oriental mediante un pronunciado plano inclinado, también acabado en túnel. Un corto tramo de vía culminaría el recorrido en un gran depósito, desde donde el mineral sería enviado para su calcinación en los mencionados hornos situados en plena Cala de las Conchas. El producto resultante se embarcaría a través de un muelle metálico del tipo Cantilever.
Tras un cambio de proyecto, las obras comienzan en 1886. Con la firma en 1891 de la escritura de transferencia de la línea a la casa A.Borner, la misma que construía el desagüe de la Roza de Las Herrerías, anunciada en el Tomo 42 de la Revista Minera, se reanudan las obras, que se encontraban prácticamente terminadas. Un año más tarde, el vapor Teresa desembarca en el puerto de Almería la maquinaria del cable de Los Baños y tres locomotoras de la casa Kopel. A partir de aquí se sucede una interminable serie de transferencias de la línea entre diversas compañías (The Almeria and Alhamilla, The Gergal Railway e incluso The Alquife Mines and Railway, la constructora del Cable Inglés, que al parecer intentaba buscar otra salida para sus minerales, alternativa a la de Sur de España).
Para el transporte del mineral desde las explotaciones mineras hasta el inicio del ferrocarril se habían construido dos cables aéreos, el de Baños (junto al Balneario) y el de Alfaro, en Rioja, con sus respectivos apartaderos. Hacia 1915 las minas van agotándose, acumulándose las pérdidas del ferrocarril, que no podía compensar con el aumento de viajeros la reducción del tráfico de minerales. Para entonces, la gestión correspondía a una filial de The Alquife, llamada The Chorrillo Almeria Railway Co. Ltd.. Abandonada a finales de los años veinte, es incautada por el Estado en 1934, sufriendo un total expolio durante la Guerra Civil y la posguerra.
Estribos del segundo puente
Estación y andén de Pechina
Recorrido
En una gran llanura a las faldas de Sierra Alhamilla, justo bajo Los Baños, y en medio de un precioso palmeral, se conservan las ruinas del cocherón circular de locomotoras y el edificio de la estación de El Chorrillo. En la misma recta de inicio de la línea hay restos del cargadero del cable de Los Baños.
Para llegar hasta aquí, antes hemos debido tomar la carretera de Pechina a Los Baños. En pleno ascenso, junto a un transformador eléctrico, tomamos un carril a la derecha que desciende de forma pronunciada hasta la gran llanura, sin dejar de ser practicable para turismos, aunque resulte aconsejable acceder con un vehículo todoterreno. A la salida de la estación, la vía describía una amplia curva a la izquierda, y a 860 metros exactos llegamos al lugar donde descargaba el cable de Alfaro. A partir de aquí el trazado de la línea sigue la rambla de San Indalecio, cortándose en los puentes ya desmantelados. Sus estribos de piedra son soberbios. Hasta la nueva depuradora de Pechina y el Parque de las Moreras no es aconsejable recorrerlo en turismo. En la depuradora la línea coincide con un camino asfaltado que pasa bajo la Autovía A-92, y nos lleva hasta el edificio abandonado de la Estación de Pechina, que hasta hace pocos años ha sido utilizado como vivienda.
Junto a la estación hay un enorme pozo, tapado con rejas y raíles, que bien pudo practicarse para el suministro de agua de las locomotoras. El siguiente tramo ha sido borrado por cortijos y cultivos, y sólo resultan distinguibles los estribos del puente sobre la confluencia de las ramblas de Jaén y del Quemado. Siguiendo el cauce de esta desembocamos en el Andarax, y a unos cien metros hacia abajo vemos los últimos restos de nuestro ferrocarril, que no son otros que los cimientos de piedra de los pilares del puente sobre el río, así como los estribos del mismo.
Amenazas
A pesar del enorme potencial de puesta en valor, el futuro de los restos de patrimonio industrial del ferrocarril de Sierra Alhamilla a Almería es bastante incierto. En especial, en lo que respecta al cocherón de locomotoras, estación de El Chorrillo y cargaderos, pues existen varios proyectos de urbanización de ese paraje. Uno de ellos amenazaba incluso con la construcción de un campo de golf. Otra amenaza es la roturación de terrenos para la construcción de invernaderos. Por todo ello, se nos antoja urgente la incoación de expediente para su catalogación como Bien de Interés Cultural.
Puente ramblas Jaén y Quemado
Pilares del puente sobre el río Andarax
Plano original tramo cruce Andarax, obrante en Archivo Histórico Provincial (cortesía Antonio Aguilera)
Visitas de interés
El paraje de Los Baños de Sierra Alhamilla es uno de los más bellos de la provincia. Un auténtico oasis en medio de una sierra árida. El afloramiento de aguas termales propició la instalación del ya centenario Balneario, donde se ha llegado a embotellar agua mineral natural para el consumo masivo. En las cercanías del mismo se registraron diversas concesiones mineras para explotar el mineral de hierro, lo que propición la construcción de nuestro Ferrocarril. Justo a la la entrada de la aldea nos encontramos el horno circular de calcinación de mineral, muy bien conservado. Curiosamente, y según la cartografía de la Junta de Andalucía, este horno no está incluido en el Inmueble nº 38, que con la denominación genérica de "Coto Baños de Sierra Alhamilla" se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico. De aquí partía el cable a la estación de El Chorrillo. Junto al Balneario hay una fuente de aguas termales, de libre acceso. Para comer existe un pequeño restaurante famoso por la preparación del conejo al ajillo.